UNA CIUDAD PARA LOS NIÑOS
Por Germán Alberto Bahamón Jaramillo
Es una dolorosa verdad que la ciudad de
Neiva no ofrece las condiciones adecuadas para que una familia tenga confianza
en la crianza de un menor de edad. Yo tuve la fortuna de nacer y vivir en una Neiva
que daba confianza a mis padres, me permitían salir a caminar por la ciudad con
mis amigos, desde muy pequeño me desplace en bicicleta por la ciudad, visitaba
amigos y compartía con ellos la experiencia de libre desarrollo bajo estándares
de seguridad. Podía ir a cine caminando, ir al colegio en bicicleta y jugar en
espacios públicos (pues no voy a decir mentiras no eran parques) sin problemas
de seguridad.
Hoy Neiva hace parte de las 4 ciudades de
Colombia con las tasas más altas de ciudadanos afectados por un delito, con 5 puntos
porcentuales por encima de la media en un estudio que hace anualmente el DANE
con 28 ciudades del país. Busqué el estudio del año anterior y los números
soportan el incremento en la percepción de inseguridad de los ciudadanos. El
año pasado la encuesta hablaba de que 16 neivanos de cada 100, eran afectados
por un delito. En este año la encuesta habla de 23 de cada 100, y no vemos
acciones tendientes a romper con este flagelo. Para poner la cereza en el
pastel de la inseguridad ciudadana, es Neiva y lo digo indignado, la ciudad con
mayor incidencia de hurto a residencias en Colombia. Esto es grave, por no
decir gravísimo, pues desencadena en faltas de desarrollo urbano a manos del ciudadano.
Veamos.
La seguridad urbana no solo es policías,
ellos siempre serán nuestros mejores aliados para mantener el orden, pero
tenemos que tener claro que la inseguridad, la criminalidad y la violencia
tienen su origen en la exclusión social: La gestión inadecuada del proceso de
urbanización que tiene consecuencias en el sistema de servicios públicos. Los
espacios públicos poco protegidos y mal administrados. Los controles formales
insuficientes y el exceso de vigilancia del espacio urbano a cargo del sector
privado. Lo que hoy es una constante no es la mejor muestra de desarrollo:
vivir en conjuntos cerrados entregando la seguridad a entes privados, ó en
casas totalmente enjauladas con rejas y alarmas. Algo que denota la falta de
confianza del neivano en el gobierno municipal y lo que sus diferentes
estrategias de seguridad deberían ofrecer. Ni hablar del sistema de transporte
público, que aparte de indigno es inseguro.
Aquí volvemos a lo que hemos venido
proponiendo consistentemente: Planificación Urbana. La planificación, el diseño
y la gestión urbana y física (Parques públicos de calidad, no aeropuertos en la
ciudad, el rio como nuestro mejor amigo y las bicisendas para jóvenes)
contribuirían sin duda en la prevención de la criminalidad y la violencia
ciudadana, a través de enfoques integrados que incorporen la mejora estratégica
y sistemática de los espacios públicos. Hay muchos ejemplos en el mundo, que
podemos usar como referentes y en los cuales la constante es la combinación de
diseño y gestión del espacio público, pues cuando se implementa de forma
innovadora y consistente, crean progresivamente ambientes que mejoran la
seguridad urbana, aumenta la confianza de los inversionistas y fortalece la
interacción social y cultural.
Las comunidades exitosas, prósperas y
florecientes se caracterizan por tener calles, parques y espacios abiertos
seguros, limpios y atractivos: lugares vivibles de los cuales los habitantes
locales se enorgullecen y sobre los que tienen un sentimiento de pertenencia y
propiedad. En donde hay una responsabilidad comunitaria compartida sobre el espacio
público. Es por esto que decimos que construiremos una ciudad para los niños,
para que sus padres se sientan seguros y la sociedad de
Neiva vuelva a florecer.
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