jueves, 26 de septiembre de 2013

LLAMADO DE EMERGENCIA - 260913

Por Germán Alberto

LLAMADO DE EMERGENCIA

Estamos a tan solo cinco meses de las elecciones parlamentarias de 2014, y las presidenciables dos meses después. Estos siete meses estarán cargados de demagogia, incisiones traperas y burocracia. El ambiente político está más que enrarecido, pues el ciudadano común está mostrando abiertamente que condena los poderes constitucionalmente establecidos. Según las tan populares como rentables encuestas de opinión, todas las cortes, la procuraduría, la contraloría, la fiscalía, el concejo de estado, la presidencia y ni si diga el congreso, enfrentan una imagen desfavorable que supera la favorable, y en el caso del congreso sólo 2 de cada 10 colombianos le da una calificación positiva.

Que ganan nuestros amigos Uribistas quienes esgrimen su enemistad con el actual gobierno por cuenta de una supuesta deslealtad de Santos, argumento único que soporta el desdén hacia todo lo que sea haga o se deje de hacer en el ejecutivo y que cuenta con total desapego a las cifras frías y contundentes en materia macroeconómica y de seguridad? El disenso político sin destrucción. El único adversario deben ser los violentos señores.

Los colombianos de bien añoramos un país en paz, negociada y sin impunidad, hacia la cual necesitamos tener un talante de consenso en torno a lo sustantivo que es el desmonte de la guerra y la equidad social. Hoy por cuenta de los enfrentamientos entre Uribistas y los partidos de gobierno, el país está inmerso en una polarización miope en gran parte del espectro político, que incluye el centro-centro, la centro-derecha y la derecha pura. Mientras tanto la izquierda que siempre en este país ha tenido el rotulo de tercería, por cuenta del choque de egos, se perfila como alternativa de poder. Estoy en la orilla diferente del Centro Democrático, pero sin duda me parece interesante tener al ex presidente Uribe y su nuevo partido político en el senado de la república, desde donde sus ideas podrían ser constructivas en democracia y no en twitter. No veo ningún pre-candidato a la presidencia de su corriente, con peso específico ni mucho menos electoral. Con lo cual para enfrentar un posible post-conflicto, me parece importante cerrar filas para evitar que los ex M-19, los Polistas y las FARC con su Marcha Patriótica tengan opción de poder.

Hoy las FARC felices de ver a los partidos tradicionales enfrentándose con saña, se frotan las manos y amenazan con romper el debido proceso de la mesa de dialogo haciendo publico el detalle de las conversaciones. Nada que ocultar, pero hacerlo socavaría de manera irremediable el proceso. Sabemos que no lo van a hacer, es solo una bravuconada mediatica, pues ellos no tienen hoy más remedio que firmar la paz, o se convierten en la Bacrim más grande del mundo y a quienes seguiría el ejército asestándoles fuertes golpes. Y habría que esperar 10 años más para volver a tener esta oportunidad de culminación del conflicto armado.


Este caldo de cultivo político, como diría un buen amigo me parece “demás de riesgoso”, pues sería la oportunidad de oro para los socialistas de corriente bolivariana en Colombia. Mi llamado de emergencia es a la sensatez política y ciudadana. Elijo apoyar las políticas actuales por un cuatrienio más, dándole herramientas al gobierno para ejecutar su plan de desarrollo y manejar un post-conflicto adecuadamente, en lugar de dar cabida a la Venezualización de Colombia.

jueves, 19 de septiembre de 2013

LA CRUDA REALIDAD - 200913

Por Germán Alberto

LA CRUDA REALIDAD

Es de nuestro diario vivir opinar acerca los temas de actualidad en nuestro círculo social. Las muchas opiniones que allí se exponen, en su conjunto crearán una percepción que tenga sustento o sea infundada, es la realidad del momento. Lo importante es que la percepción esté cercana a la realidad objetiva y sea medible. En el caso de la gasolina, he sido testigo del dolor y la desesperanza de muchos, cuando atacan el manejo energético del país y exponen sus afujías económicas causadas por el alto precio de la gasolina.
Se ha vuelto un lugar común, concluir que es inaudito ser país productor de petróleo y que sin explicación alguna tenemos una de las gasolinas más costosas del planeta. En mi análisis de esta semana, encontré que existe un estudio periódico hecho por la agencia alemana de cooperación económica (GIZ), auspiciado por el Ministerio de Desarrollo y Cooperación Económica de esta potencia mundial. Lo que indica este estudio, es que el precio de la gasolina en Colombia es más bajo que el de 104 países de los 170 medidos. Lo que indica que un 61% de los países en el estudio tienen un precio superior.

Ahora bien, es un punto importante compararse con los vecinos y equivalentes. Asi, Uruguay, Paraguay, Perú, Chile, Argentina, Costa Rica, República Dominicana y Brasil tienen precios superiores al nuestro en el combustible motor. Otro punto a resaltar, es que Brasil y Argentina son productores auto-suficientes de petróleo, y excluyendo a Venezuela tienen las mayores reservas de petróleo de Sur América. Entonces tampoco es cierto que los productores y exportadores subsidien la gasolina.
En los países ricos como Noruega o Inglaterra, que a la vez son productores y exportadores de Petroleo tampoco se subsidia, y en el caso de Noruega la gasolina es dos veces más costosa que en Colombia. Ahora viene el punto en discordia (Sin entrar a analizar los socialistas bolivarianos), Como EU tiene una gasolina más barata? El país del norte en el escalafón está en la posición 20 de los más baratos. Aquí para mi es claro, que es un país irresponsable en el uso del petróleo pues ellos solos se consume el 25% del petróleo mundial. Si hubiera dos de estos, que carecen de transporte publico absolutamente y promueven la industria de FORD y General Motors, habría que traer petróleo de Marte.


Para terminar el análisis, sabemos que los países deben vivir de los impuestos que todos los ciudadanos pagamos. En el caso Colombiano a la fórmula de cálculo se le han colgado impuestos. De hecho, el 29 por ciento del precio del galón de gasolina corresponde a impuestos y tasas; y una sobretasa del 25 por ciento que pagan los consumidores en las estaciones y que se destina a reparar la malla vial de los municipios. Como si fuera poco, hay costos adicionales que incrementan el precio, como los márgenes de ganancia para los distribuidores mayoristas y minoristas, el costo del transporte y una pérdida que se cobra por la evaporación del combustible, entre otros muchos. Si quisiéramos bajar, mil pesos el valor de la gasolina corriente, de algún lugar tendría el gobierno que sacar $3 billones de pesos para que el aparato gobierno siga funcionando y no afecte la inversión social. El resultado de esta fórmula, que sin duda podría modificarse, hace que el precio en lugar de ser $5,000 (costo a Ecopetrol), ronde los $8,700 pesos al colombiano de la moto. Y la cruda realidad es que si el gobierno no capta estos recursos vía la gasolina, lo hará necesariamente por otra vía, pues del mismo cuero salen las correas.

jueves, 12 de septiembre de 2013

MARCA REGISTRADA - 130913

Por Germán Alberto

MARCA REGISTRADA

El mercadeo, la mercadotecnia, o si me lo permiten y usamos un anglicismo, el marketing; son términos que se acuñan cada vez más fácil en nuestro léxico. Ojo, publicidad no es igual a mercadeo, participa solo en una parte del proceso. Mercadeo en realidad, comprende la identificación de necesidades y deseos del mercado objetivo, la evaluación del producto que tenemos o el diseño de uno nuevo, la formulación de metas, la construcción de estrategias que creen un valor superior, la ejecución de los planes para potenciar necesidades y crecer mercado (aquí participa la publicidad), la creación de relaciones con el consumidor y la retención del valor del consumidor para alcanzar beneficios.

Un error muy generalizado, es pensar que se debe hacer Mercadeo solo cuando las condiciones son adversas para la organización. Es mucho más efectivo, y tendrá mayor retorno diseñar planes de mercadeo cuando las condiciones son favorables, pues es más fácil crear clientes leales y retenerlos. Cuando hay poca competencia, cuando los mercados son monopólicos u oligopólicos, cuando la demanda es superior a la oferta o cuando existen políticas proteccionistas, se cae en el facilismo de no desarrollar estructuras de mercadeo. (Recalco la palabra proteccionista)

La Iglesia, entidades gubernamentales y muchas empresas bastante conocidas han desarrollado un mercadeo reactivo con estrategias más correctivas que preventivas y casi nunca propositivas. El resultado en casi todos estos casos es de pronóstico reservado.

Hoy en día quien no se prepara, quien no estudia su nuevo consumidor identificando sus necesidades, quien no investiga como el que más a su competencia, evalúa las fortalezas del producto que tiene en sus manos, y se propone a tomar la mayor porción del “mercado ampliado producto de la globalización”, está destinado a que le pase lo que le pasó al cultivador de sorgo, soya y algodón en nuestro país. Desaparecerá en un santiamén por falta de competitividad.

En ese mismo orden de ideas, me cuestiono si será el arroz el producto que tenemos que seguir cultivando en el Huila? Yo no tengo la respuesta, pero sin hacer el estudio correspondiente entiendo que los mercados con los cuales se han suscrito TLCs no tienen condiciones para producir eficientemente productos como el cacao, los esparragos, ají, piña golden, maracuyá, mango, limón Tahití, carne bovina, carne ovina, tilapia, café robusta, madera teca, entre otros. La pregunta: Están los gremios y los gobiernos regionales haciendo las investigaciones que nos permitan tomar decisiones certeras y en tiempo? 

Por ejemplo, si se hubiese sido juicioso en el mercadeo, se podría haber llegado a este tipo de diagnostico: La integración vertical, el cooperativismo, la creación de marca, el posicionamiento, un certificado de origen, y el desarrollo visual de una marca, su empaque y los momentos de consumo, podrían tener al Café Huila y Achiras Huila en un nivel diferente. La riqueza generada por estos dos ejemplos, me atrevo a decir está en manos de Juan Valdez, Starbucks y Productos Ramo, y no en la de nuestros campesinos y pequeños industriales.

Pero no es tiempo de recriminaciones, es hora de que esta generación deje su Marca Registrada.

jueves, 5 de septiembre de 2013

LA PAZ ES SUSTANTIVA - 060913

Por Germán Alberto

LA PAZ ES SUSTANTIVA

Según la historia de los Estados Unidos de América, la esclavitud fue abolida en 1865 luego de la guerra de secesión mediante la tercera enmienda. Pero fue solo hasta el movimiento por los derechos civiles soportado por los presidentes JF. Kennedy y L. Jonhnson que se logra firmar en 1964 una ley que elimina la práctica de la segregación racial en el país del norte.

Si de segregación hablamos, ni que decir de la guerra producto de la bestialidad de un “ser superior”, que soñó con abolir de un tajo a los judíos y los gitanos. El holocausto nacido del racismo nazi.

Hoy estamos ante el inevitable final de los días de Nelson Mandela, líder surafricano que lucho por la abolición del apartheid que en idioma afrikáner significa segregación. Encarcelado 27 años por defender sus ideas de igualdad y democracia, hoy es referente de paz y reconciliación. El apartheid propiamente dicho se inició en 1948 con la toma del poder por parte del Partido Nacional. Este partido decidió implantar un régimen racista que consolidara el poder de la minoría blanca e impidiera el mestizaje de la población. Con ese fin sancionó en 1949 la Ley de Prohibición de Matrimonios Mixtos, que prohibió los matrimonios de personas consideradas "blancas" con personas consideradas "no blancas". En fin, una minoría limitando los derechos de la mayoría negra.

En Colombia hoy discutimos todavía si la paz negociada es la salida o si debemos seguir en la guerra fratricida que nos lleve a eliminar de un tajo a nuestro adversario. No olvidemos que la causa de nuestra guerra es la misma de las que se leen en la historia universal, procesos de segregación social. Elementos de la historia muestran que hubo un momento en Colombia en el cual una minoría decidió repartirse el poder y las oportunidades; firmando el pacto de Benidorm el 24 de julio de 1956, se dio inicio al Frente Nacional donde los “partidos tradicionales” decidieron unilateralmente se turnarían la presidencia y se repartirían la burocracia a los diferentes niveles de gobierno en partes iguales hasta 1974. Eliminaron la democracia, segregaron socialmente a Colombia y alentaron a los inconformes a las vías de hecho. Nacieron las guerrillas y últimamente los paramilitares para suplir al estado en la impartición de justicia a mano propia, dando como resultado el capítulo más sangriento y salvaje de la historia del país.


Si no entendemos nuestra historia estamos abocados a repetirla. En contraposición de los pensadores del medioevo como el señor procurador, soy un firme convencido de la paz negociada. Es momento de la reconciliación nacional, tenemos la necesidad de enfrentar el mundo globalizado con una Colombia socialmente incluyente. Me es claro que, si el dinero y los esfuerzos que hemos gastado en la guerra los últimos 50 años, los hubiera destinado Colombia en la educación de su pueblo, la infraestructura vial y de puertos y el desarrollo de la frontera agropecuaria con competitividad referencial, los libros contendrían otra realidad y tendríamos hoy la posibilidad de incrustarnos en el mercado mundial con mayores probabilidades de éxito. La disyuntiva es enfrentarnos a una paz imperfecta o la guerra. Para mí la paz es sustantivo, no circunstancial, confío en el equipo negociador y lo refrendaré en los próximos comicios.