miércoles, 29 de enero de 2014

TITO CORREA - 310114

Tito Correa
Por Germán Alberto Bahamón

La moda y la desocupación hacen del mundo aún más difícil de entender. Hace poco un artículo en la revista SEMANA desencadenó la envidia de muchos Colombianos por los logros del vecino país del Ecuador en términos de infraestructura. La desinformación o la información fragmentada hacen que estos temas se pongan de moda, y se termine en reuniones sociales por adular a un dictadorzuelo.

La dictadura nació en la antigua Roma, era el gobierno extraordinario que le confería a una persona, el dictador, una autoridad suprema en los momentos difíciles, especialmente en los casos de guerra; la dictadura nació, al parecer a propuesta de Tito Larcio, quien fue además el primero en ejercer el cargo. El dictador era nombrado por uno de los cónsules en virtud de una orden del Senado que tenía la potestad de determinar cuando era necesario el nombramiento y quién debía ocupar el cargo.

Yo tuve la suerte de vivir en ése gran país y no recuerdo ni guerra, ni cónsules, ni nada de esto en el Ecuador del 2007 cuando este señor llegó a la presidencia. Pero, es verdad, una vez más el pueblo cansado de la corrupción de los partidos tradicionales, ungió al “elegido”, quien hoy se siente Dios.

 Colombia se dispone a invertir la suma de 40 billones de pesos en infraestructura, una cuantia sin precedentes en la historia y que pretende desatrasar el cuaderno que recibimos de Andrés Uriel. Pero Ecuador ha invertido en los últimos tres años, 6 veces más y es evidente además de innegable el avance en vías que los ecuatorianos tienen hoy por hoy.

La gran pregunta es filosófica, el fin justica los medios?  Desde mi óptica lo que existe en Ecuador no es ni más ni menos que una dictadura, que coarta las libertades de expresión, que restringe el desarrollo empresarial, que incita al comercio del mercado gris buscando maquillar la balanza comercial. Todo esto es parte del nuevo mecanismo de dictadura del siglo XXI, que al parecer tiene a latinoamerica como su mejor exponente. Son dictadores plebiscitarios, pues se hacen elegir, cambian la constitución, usan la corrupción y se atornillan al poder. Unos donan casas, mejoran salud con cubanos, cambian articulitos, crean milicias organizadas por el mismo gobierno ó tapan la realidad con cemento. Pero todos tiene en común lo que el Diario El Universo de Guayaquil, perseguido por Rafael Correa y multado con 40 millones de dólares perfectamente describió en su editorial: “Existen diversas maneras de contrastar si existe democracia en un país. La más infalible es verificar si allí el gobernante se sujeta a las críticas públicas -aunque vehementes o injustas- sin que el autor sea castigado por expresarlas.”


La única manera de protegerse de estos tiranos, es manteniendo el libre ejercicio de la libertad de expresión. Las sociedades civiles poco complejas, débiles y desinformadas, son el caldo de cultivo. Es bueno saber que en Colombia solo 12 senadores serán de este tipo de corrientes que siguen al semidios. Sin embargo en medio de la tolerancia de una democracia, no discriminamos, les daremos la bienvenida y les permitiremos predicar desde el pulpito.  

jueves, 16 de enero de 2014

EL SALÓN DE LA JUSTICIA - 170114

El Salón de la Justicia
Por Germán Alberto Bahamón J

La justicia se ha convertido en uno de los síntomas más claros de las debilidades de la democracia Colombiana. Los nombramientos del poder judicial, las actitudes de la fiscalía, los excesos de la procuraduría en casos muy significativos, las decisiones de la contraloría y la indignación que promueven ciertas sentencias, apuntan a una enfermedad crónica: Los intereses del poder obstaculizan la objetividad y la libertad en la aplicación de las leyes. Hay leyes?

Al calor de los escándalos diarios que afloran en la prensa: Caso Colmenares, Cajanal de Hernán, la zona franca de los hijos de Uribe, el juez Armenta en el caso Petro con esposa trabajando en el distrito, el caso Interbolsa con el Dr Jaramillo lleno de beneficios (y plata), el caso de Julian Azuero cerebro huilense repatriado y que por negligencia de una ministra no puede ejercer en Colombia, entre otros; debería abrirse un debate profundo sobre la independencia judicial y de nuevo la objetividad en la aplicación de la justicia. No se trata sólo de valorar las situaciones de cada coyuntura, sino también de hacer un diagnóstico a largo plazo y apostar por una regeneración verdadera. La verdadera reforma a la justicia, que corrió con mala suerte, cuando el otrora promisorio Simón dijo no haber leído el texto y por consecuencia se cayó estrepitosamente (que suerte!).

Las preguntas se dirigen directo al corazón de la justicia democrática, a sus exigencias y sus posibles limitaciones. Si aceptamos que el Estado democrático es al mismo tiempo un espacio de derechos y responsabilidades, no podemos contentarnos con las críticas abstractas al sistema. La complicidad de cada institución, de cada partido político y de cada persona adquiere una importancia decisiva.

La justicia en Colombia, es acomodaticia. Aquí parece que los abogados de acuerdo al poder económico y/o poder político de su defendido, teledirigen el pensamiento de los jueces en contra de la jurisprudencia y las leyes. Un ex fiscal general de la nación, que usó en su momento psíquicos (nombre dado a los brujos modernos) para ayudar a investigar y acusar a los presuntos responsables de delitos; que además se pre$ta para defender lo indefendible en el caso Colmenares y también funge de defensor de Petro es un claro ejemplo de lo que de aquí sucede, y lo que a los de abajo nos espera, como simples ciudadanos de a pie.

La cerecita de la vergüenza es el capítulo Petro, en donde todos los poderes toman partido al vaivén de la conveniencia política de su extracción o del cheque bancario.  En este caso, siempre he opinado que habría sido más provechoso para la democracia haber dejado que el bogotano asumiera el dolor completo, sin importar que solo 3 de cada 10 bogotanos fueran responsables de tamaña estupidez. Pero, asi, saboreando las hieles de la amarga decisión se aprendería a no volverlo a hacer; como quien se quema con el chocolate no querrá volverlo a probar.  Pero aquí estamos evitando que el proceso de aprendizaje ocurra, y le estamos dando plaza a un populista que sin importar el maltrato del lenguaje castellano, lo único que tiene es verbo. Parafraseando a su mejor amigo, debemos repetir hasta la saciedad que “un déspota de izquierda, por ser de izquierda, no deja de ser déspota”.


Hoy Uribe y Petro, uno por haber sido 8 años presidente y el otro por la sentencia de 15 años de inhabilidad por sus basuras (cagadas), están en la búsqueda megáfono en mano de sus Gemelos Fantasticos. Y nosotros esperando bajo la lluvia, que de verdad exista un Salón de la Justicia. 

miércoles, 8 de enero de 2014

A PROPÓSITO DE SINGAPUR - 100114

A Propósito de Singapur
Por German Alberto Bahamón

En la internet las noticias se pueden convertir en un fenómeno viral que no tiene precedentes. Un escrito puede ser leído, no importa las bases ni las fuentes, por millares de quienes surfeamos a diario por el ciberespacio. En los últimos días, ha llamado fuertemente la atención un artículo hablando del fenómeno Singapur. El escritor de este artículo publicado en marzo del 2013, es un misionero cristiano, de origen cubano y exiliado en Honduras. Y en pocas palabras “describe” el milagro del desarrollo de Singapur basado en el orden y la mano dura que el gobierno de ese país instauró hace 12 años. Que según cuenta el “misionero cubano” era un país inviable debido a la anarquía. Según él, un gobierno de represión, que instauró la pena de muerte, y en su defecto el trabajo forzado como penas a muchos delitos, la primera bajo el mecanismo de la horca pública, se desliza de manera poco responsable en su escrito como la razón fundamental del cambio en el desarrollo de la economía de la isla. Y no, la cercanía con Indonesia, Malasia, India y China, más la suerte de ser un puerto de habla inglesa al haber sido colonia de Gran Bretaña. No se como que ese pequeño país, que ha tenido desde 1959 sólo tres primeros ministros como jefes absolutos: el padre por 30 años, un súbdito por 10 y el hijo en los últimos 12, con sonados escándalos sobre el abuso de poder, corrupción y nepotismo, termina siendo un rol a seguir. Ni por mucha plata un mafioso será mi modelo a seguir.

La desinformación y la falta de argumentación nos hacen proclives a asumir como verdades cualquier disparate que un desocupado como yo escriba.

Mi visión es contraria a la del misionero pues por principios no estaré de acuerdo nunca con la pena de muerte, bajo ninguna circunstancia. Y menos para soportar el crecimiento económico. Nada más banal. Chile sin necesidad de esas medidas y luego de salir de un grisáceo dominio dictatorial, creció a una tasa del 7,1% promedio anual desde el 90 al 98, y recientemente a un 5,9% en el periodo de 2009-2013. Notable. Y muestra de ello lo vemos en cada establecimiento comercial de Colombia. La inversión chilena en Colombia es sobresaliente y bienvenida.

Lo que nunca entenderán los de la ultraderecha, es que la única causa de la pobreza es la inequidad. Lo dice alguien que tiene un poquito más de credibilidad que el misionero cubano - el Nobel de economía Paul Krugman quien en su primer escrito del 2014, afirma que los Estados Unidos hoy es mucho mucho más rico de lo que era en 1964, pero esa riqueza ha dejado de beneficiar específicamente a una mitad de los americanos. Y culmina asegurando que el trabajador de salario mínimo tendrá menos y menos chance de salir de la base de la pirámide en la cual se encuentra incrustado. Esa inequidad es la amenaza del mundo actual sin lugar a dudas.


Pero entonces qué camino seguir? ¿Cuáles son los grandes retos que un país como Colombia debería abordar para crecer más y mejor? La experiencia mundial señala que son principalmente tres: (1) ahorrar más e invertir mejor en infraestructura, (2) adoptar una cultura radical en apoyo de la eficiencia y la innovación, y (3) realizar una revolución en educación. El día en el que un profesor, tenga la dignidad de un médico y un status mayor al de un político, ese día habrá futuro.

jueves, 2 de enero de 2014

PENSANDO CON EL DESEO - 030114

PENSANDO CON EL DESEO
Por Germán Alberto Bahamon

El nuevo año comienza como siempre con los firmes propósitos de mejorar. Enero es un momento para definir objetivos, pues nos permite de manera individual hacer un balance de lo hecho y lo que se dejo de hacer, para con el deseo, definir el punto al cual queremos llegar. Lo que casi siempre pasa, es que no hay plan de ruta.

Lo mismo ocurre o debería ocurrir con las ciudades, se deberían trazar planes a largo plazo, que sean refrendados anualmente, que permitan definir el punto de llegada, y aún más importante trazar qué camino tomar, qué herramientas llevar y qué tiempo se necesita. En este ejercicio epistolar, ya que escribir es más fácil, echemos un vistazo macro a Colombia.

Encontramos inmediatamente que las cargas no están balanceadas y que el país en medio de un ambiente de libre comercio exterior como el actual, tendrá que recomponer el peso de sus ciudades. En un país centralista, de puertas cerradas, era justificable que los centros industriales estuvieran en medio de sus montañas y no cerca al mar; lo cual de inmediato avizora un cambio en la balanza industrial de Colombia, pues ciudades puerto como Barranquilla le quitaran peso sin duda a ciudades como Medellín en el desarrollo industrial. Por otro lado, el pacifico en PAZ, valga la redundancia, podrá salir del olvido al cual ha sido condenado en este país. La región del pacifico en el continente es muy prospera, llena de ciudades como Panamá, Lima, San Francisco, Acapulco, y Los Ángeles entre otras que muestran la perdida de oportunidad en Colombia. Y para finalizar la región de la Orinoquia debería ampliar la frontera agrícola Colombiana con tierras menos costosas y con tecnología que permita productividad como lo ha hecho Brasil en su Amazonía.

En ese orden de ideas, Neiva debería definir su papel y construir su futuro como ciudad de servicios nodales. Si los dirigentes de la región lo permiten y lo promueven, el papel de Neiva debería ser logístico. La competitividad económica hoy no es industrial, muestra de ello es Walmart que es de las empresas más prósperas en el mundo y no manufacturan; la riqueza está en la logística; un caso de éxito es Singapur, pero requiere de otra columna. Permitir de una mejor manera el paso de los productos de Bogotá, los Llanos, el Huila, Caquetá y Putumayo hacia el pacifico de manera terrestre y y de los últimos 4 hacia el Caribe por vía fluvial es el futuro de esta ciudad-región, y el entendimiento de esto nos debe llevar a exigir a nuestros dirigentes que todos sus esfuerzos sean canalizados en este sentido. La descentralización es un fenómeno que viene, y la capital del sur de Colombia será Neiva. De allí la importancia de la doble calzada de Girardot a Pitalito, de las tres (3) vías al mar que siguen a paso tortuga, la navegabilidad del Magdalena y el desarrollo de centros de servicios logísticos para carga. Hoy llevar un contenedor de 20 pies cúbicos le cuesta a un industrial de Bogotá $2400 dólares hasta Buenaventura por la ruta de la línea (única vía al pacifico). Y llevarlo de allí a Singapur le cuesta $1800 dólares. Así que con mejores vías, servicios de hotelería, centros logísticos amplios y tecnificados, no cabe duda habría una mayor probabilidad de tener un mejor futuro para el Huila en general. 


Neiva tiene a su alcance la posibilidad de ser partícipe del surgimiento de la sociedad de las redes y el espacio de los flujos. Pensando con el deseo, deseo una Neiva nodal.