EL CAMBIO ES CON SEGURIDAD
Por Germán Alberto Bahamón
La seguridad es reconocida como un elemento fundamental de
la política pública y del desarrollo de las ciudades. El crimen urbano y la
violencia han tenido en nuestra historia un impacto dramático en la habilidad
de las ciudades y de la sociedad para alcanzar logros sustentables en el
desarrollo urbano y social. El crimen es
uno de los síntomas de los fracasos de las políticas de desarrollo urbano, no
solo de nuestra ciudad sino del país. Neiva, con dolor, registra unos índices de
inseguridad que ya hemos venido compartiendo con ustedes en anteriores
columnas, pero que resaltan en el diario vivir de muchos de los lectores.
La planificación, el diseño y la gestión urbana y física
pueden contribuir a la prevención de la criminalidad y la violencia en las
ciudades, a través de enfoques integrados que incorporen la mejora estratégica
y sistemática de los espacios públicos. La combinación de principios de diseño
y gestión, cuando se implementa de forma innovadora y consistente, puede crear
un ambiente que incrementa la seguridad urbana, aumenta la confianza de los
inversores y fortalece la interacción social y cultural. La criminalidad y la
violencia siempre florecen en un entorno físico no planeado ni controlado, y a
menudo en espacios públicos abiertos: parques, calles, plazas de mercados y en
los medios de transporte y sus paraderos. Las causas de la criminalidad, la
violencia y la inseguridad son muchas y están interconectadas, pero pueden
atribuirse, de forma general, a la exclusión social.
Lo importante es
que entendamos como ciudadanos de Neiva que si bien se necesita con carácter
urgente la presencia de la autoridad para lograr orden, no es solo el
componente policivo el que nos permitirá el desarrollo de estrategias
sustentables de seguridad. El Desarrollo Urbano debe considerar que su
contribución a la urbanización sustentable debe ser a través de un enfoque
integrado que abarca dimensiones sociales, ambientales y de
desarrollo económico. La seguridad urbana se debe concebir como el resultado de las políticas locales sobre la
prevención de la delincuencia enfocada en las dimensiones sociales,
situacionales, espaciales y el fortalecimiento de la ley. En nuestro recorrido y estudio de la ciudad hemos
conocido que dentro de los factores desencadenantes de la delincuencia, tenemos
la falta de acceso igualitario a la educación y particularmente a un empleo
digno, zonas de extrema pobreza en cinturones de la ciudad, deficiencia del
sistema de transporte y servicios públicos, problemas en el funcionamiento de
la policía y los organismos de justicia, consumo abusivo de drogas y alcohol,
violencia intrafamiliar, entre otros.
Expertos
sustentan que la inseguridad ciudadana cuesta entre de 1,5% y 4% del PIB de las
ciudades. Seremos cero tolerantes con la delincuencia. El desarrollo económico
depende de la correcta planeación urbana y de la inclusión social. Tendremos
como bandera la recuperación de la seguridad ciudadana, para poder atraer
inversión y así brindar más oportunidades al neivano. El Cambio Es con
Seguridad.
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