UN CAMBIO RADICAL EN LA SEGURIDAD
Por German Alberto Bahamon
La encuesta de convivencia y seguridad ciudadana del DANE
arroja cifras nada alentadoras para la ciudad de Neiva en materia de victimización.
Mientras en Colombia un 18% de la población denuncia que ha sido víctima de algún
hecho delictivo, en nuestra ciudad 23 de cada 100 neivanos han sufrido algún delito.
De los 4 delitos medidos, en tres de ellos estamos bien por encima del promedio
nacional y en uno en particular somos líderes absolutos como lo es el Hurto a
Residencias en donde duplicamos la media de 28 ciudades. He podido evidenciar
que el paisaje urbano en todos los barrios que a diario visitamos está
enmallado en hierro, rubro que las familias deben invertir para proteger su
hogar de la delincuencia. Algo que se está volviendo un común denominador y que
a los ojos del neivano ya es normal es síntoma de la ineficiencia en la
gerencia de la seguridad y el orden, absolutamente critico y que necesita de la
eficaz intervención del gobierno municipal.
En el análisis de este gran problema ciudadano debemos
entender el marco conceptual de la causa de inseguridad; los individuos cometen
actos criminales si los beneficios de hacerlo superan los de las actividades
legales. Es decir, si el beneficio económico de delinquir (o sea la licuadora o
el celular robado) supera el costo esperado de cometer el delito, que está
influenciado por la severidad y la certeza de
la acción de la policía y la pena que afrontan. Los criminales comparan el
beneficio neto de delinquir con el de realizar actividades legales, y eligen lo
más rentable.
En este contexto, podemos pensar que barrios con deficiencia
y desigual cobertura de servicios básicos, concentran factores de riesgo que
contribuye a las mayores tasas de crimen y violencia. La desigualdad de
oportunidades, hace que la población en peor situación vea al crimen
relativamente más rentable que las actividades legales a las que tendría
acceso. El deterioro de los espacios urbanos, como la falta de iluminación o
pavimento tiende a incrementar las probabilidades de delitos, ya que las zonas
en malas condiciones, con infraestructura dañada, pueden ser un indicador de
ausencia del estado y por ende, zonas de baja probabilidad de ser arrestados y
condenados.
La teoría de la prevención situacional de la
violencia, justamente se basa en esta premisa: mejorar los espacios urbanos
contribuye a reducir el crimen. Es por esto que seguimos siendo congruentes en
nuestra propuesta por Neiva, de darle la cara a los ríos que tenemos y devolvérselos
a la ciudadanía. La construcción de parques lineales verdes en las rondas del
Rio la Ceiba de la Cra 16 hasta el Magdalena, la quebrada La Toma de la carrera
52 a la 16 y la cuenca del Rio del Oro en los barrios Bogotá, Pozo Azul, Galán
y Santa Isabel, entregarán espacios públicos de calidad para el esparcimiento y
el deporte de las comunidades. Nuestro objetivo es hacer un cambio radical en
la Seguridad de Neiva.
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